Relato de una aventura en JetSki, Islas Medas, Costa Brava
¡Motos de agua para un verano de adrenalina!
"Una mañana de verano y de acción a lo James Bond"
Empieza un día perfecto en la Costa Brava. Te levantas pronto, pero sin despertador. Pides un desayuno delicioso en tu estancia de ensueño y miras hacia el mar. Sales al balcón para contemplar las Islas Medas. El sol te calienta la piel y la brisa te refresca. A lo lejos ves una estela, parece una pequeña embarcación... Se te iluminan los ojos. ¡Es hora de ponerse en marcha! Bañador, ropa ligera, toalla y gafas de sol, es todo lo que necesitas.
Paseas por el puerto y un grupo de chavales muy excitados te llaman la atención. ¿Que hacen? Y justo detrás de ellos, las ves... Cuatro despampanantes motos de agua Sea Doo GTX 130. Se te acelera el pulso.
Sin pestañear, te presentas al mostrador y pides hora para salir a probarlas a mar abierto.
Tu ruta en moto de agua sale en 30 minutos. La excitación te recorre el cuerpo. Respiras hondo y te preparas. Atiendes con exaltación la explicación del funcionamiento de los jetski y te colocas el chaleco salvavidas. Te acercas, saludas al instructor y a una pareja que también se han preparado para la salida. Empiezan las sonrisas complices.
Te subes a la moto de agua y la enciendes. Sientes un escalofrio. El sonido del motor te altera. Contemplas las caras de tus compañeros de ruta. Tienen los ojos abiertos y una sonrisa nerviosa. ¡Es hora de salir a mar abierto!
En formación, cómo sí de una agrupación de aves se tratara, el instructor-guia dirige las motos de agua hacia las Islas Medas a toda velocidad. Tu, aferrado al manillar, vas apretando cada vez más el acelerador. La moto de agua, el sol, el agua clara y las impresionantes Islas Medas de frente te provocan una sensación de satisfacción inigualable.
Tras una vuelta a los islotes, el instructor guia hace una señal. Te acercas, comentais brevemente la visita y decidís poner rumbo norte, dirección Roca Foradada. En ese instante, te ves a ti mismo subido en la moto de agua, con las gafas de sol, los espectaculares acantilados a tu izquierda y una gran masa de agua hasta donde llega a alcanzar tu vista, a tu derecha. Eres tu, la moto y el mar.
Entre risas y gritos de emoción, las cuatro motos de agua cruzan por el túnel de roca natural. Un espectáculo. En tu mente sólo hay un pensamiento: disfrutar del momento. Sesenta minutos de locura extrema, para experimentar euforia y para contemplar la Costa del Montgrí, calas escondidas, pequeños islotes y las Islas Medas.
De vuelta al puerto, piensas: sol, estado del mar impecable, vistas, excelente compañia y motos de primera. Te sientes euforico. Podrías empezar cada día de tus vacaciones así...
¡Gracias a todo el equipo Lassdive!
By: Carlos Molinero